martes, 13 de octubre de 2009

16/

Nunca alcanza nada, la nada misma es todo para algunos y los otros se quedaron en el veremos. Los delirios de grandeza mejor guardarlos, no vaya a ser que se enteren de lo que andan diciendo por ahí; ¿es que tan frustrado se siente?. Tal vez necesitemos tirar la casa por la ventana; deshacer lo dicho y hecho donde no hubo mucho trecho -cosa rara en éstos tiempos decía mi abuela-, ¿y vos qué decís?. Nada. Pero ya sabés, estás avisado: nunca alcanza la nada, la nada misma es todo para mí.